PALABRAS DE VICTORIA

Sembrar y cosechar



Pasaje

“Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.” 2 Corintios 9:6-7


Oración

Señor dependo de Ti. Tu eres mi apoyo y Tu eres mi sustento. Eres quien lleva mi vida a alturas que jamás podría alcanzar por mis fuerzas. No me apoyo en mis fuerzas ni en mis recursos. Confío en Ti.


Declaración

Me declaro libre de amar lo material. Gracias por cada bien que poseo, pero sé que son solo para administrar, nada de ello, vendrá conmigo a la eternidad. Las posesiones que disfruto, son beneficios y doy gracias por ellos. No me dominan. Tampoco me dominan los que no poseo. No amo lo que tengo y tampoco amo lo que no tengo. Mi amor, Señor es hacia Ti, hacia mi familia. No tienen precio.

Desarrollo

Indudablemente, hay una lucha en el corazón de mucha gente, acerca de donde apoyarse, en que basar la confianza. Entiendo que es una lucha de siempre, sino no habría tantos versículos en la Biblia sobre el asunto. De hecho, hay más versículos para enseñarnos sobre la relación con los bienes materiales, que pasajes acerca de la oración.

Dar, para muchos es una lucha. Son temas que desafían de manera especial.

La Biblia enseña algunas cosas sobre dar. Debe ser hecho sin dolor, con alegría, sin buscar crédito en lo personal, de manera abundante y sin demorar.

Proverbios 11, enseña que el que da, el que reparte, engrandece y quien acumula, empobrece. Al revés delo que dicen en la calle.

El amor al dinero, aparece como uno de los grandes problemas para la vida del hombre, así muchos arriesgan cosas invalorables, como el tiempo familiar o la paz interior, por acumular más de lo necesario.

Un amigo dice que si para conseguir algo que tiene precio, se paga con algo que no tiene precio, se está haciendo un mal negocio.

Dar tiene que ver con la propia identidad de Jesús en nuestras vidas, es un desafío.

También es una promesa.

La siembra, siempre dará cosecha, por supuesto de acuerdo al tamaño de lo sembrado.