PALABRAS DE VICTORIA

Victoria sobre el desprecio



Pasaje

“Envíame, Señor, Tú gran Amor y Tu salvación conforme a Tú promesa. Así responderé a quien me desprecie, porque yo confío en Tú palabra” Salmo 119:41 y 42


Oración

Gracias Dios por lo que has hecho en mi vida. Nací de nuevo, me salvaste y me diste una nueva oportunidad. Hoy recuerdo cada cosa que has hecho en mi vida y te alabo, te honro. Cada día declararé alabanzas a Tu Nombre, eres el centro de mi vida, Tú eres mi guardador.


Declaración

Señor, confío en Tu Palabra, cada cosa que ella dice es verdad y lo es para mí. Me proteges, me amas, me has puesto nombre, me formaste y no me abandonas. Me apoyo en Tu palabra y cancelo cada acusación del enemigo. No acepto la desvalorización ni el desprecio. El vía crucis, es la declaración de Amor máxima, usa ese evento en cada lugar, para mostrar ese amor.

Desarrollo

Hace unos días, hablábamos de buscar agradar a Dios por encima de todo y de todos. Este Salmo es un buen ejemplo de lo que decíamos entonces. Hay un espíritu ejemplificado en la Biblia en el personaje de Absalón, hijo de David. Este personaje, se paraba a las puertas del palacio a criticar al rey y desalentar el corazón de los israelitas. Siempre hay un Absalón cerca. Todo proyecto importante de Dios, recibirá la atención de éste tipo de gente dedicada a frenar lo que Dios quiere hacer en tu vida y a través de tu vida. Este Salmo escrito por David, es el ejemplo de un hombre de Dios seguro de lo que Dios quiere hacer en vida, seguro de lo que Dios hará en la vida de otros usándole y decidido a no jugar con las reglas de Absalón, sino con las de la Palabra de Dios. Tu testimonio es la mejor respuesta que puedes dar a aquellos que te atacan. Es tu vivencia personal y nadie te la puede quitar ni te la pueden cambiar. Es tu patrimonio y tu tesoro. Ese testimonio es un arma contra los ataques del enemigo. Apóyate en las cosas que Dios ha hecho por ti. Siempre estarás seguro. Si alguien intenta desvalorizarte, si alguno te desprecia, tu confianza está en Jehová.