LIMPIANDO LAS VASIJAS

El perdón



Pasaje

Esto es lo que está escrito, les explicó, -que el Cristo padecerá y resucitará al tercer día, y en Su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Lucas 24:46-47


Oración

Cada vez que el enemigo intente sacar a la luz cosas ya viejas, plántese firme y declare: -Satanás, me niego a aceptar tus mentiras. El Señor Jesús dijo que tú eras mentiroso y padre de mentira. Por Su muerte por mis pecados, afirmo que estoy perdonado por toda la eternidad delante de Dios. Rehúso y rechazo cualquier intento que pongas en mi camino para lograr que yo dude de lo que Cristo ha hecho por mí. Su muerte es suficiente para pagar por mi transgresión y ahora sé que soy aceptado y amado por Dios.


Declaración

Si hay un espacio en el que debemos vencer, es en nuestras familias. Revisa no guardar rencores contra nadie y elije perdonar. No estás diciendo que lo que pasó no importa, ni justificando la falta de nadie. Estás avanzando a tu sanidad.

Desarrollo

Vayamos al Calvario para entender cómo podemos ser perdonados. Y quedémonos allí meditando para aprender a perdonar, maravillosas palabras del gran escritor Charles Spurgeon.

El asunto del perdón, es parte de la oración de Jesús más conocida, la cual llamamos padrenuestro.

Hay algunas cosas que debemos entender al hablar de éste tema. Trataré de sintetizar un tema tan amplio mirando los tres ámbitos del perdón.

Necesito el perdón de Dios, reconozco mis faltas, me arrepiento y pido a Dios que me perdone. Lo que Dios espera recibir como fruto de mi vida, no es penitencia, sino arrepentimiento. Entiendo mi necesidad de Dios, entiendo que el pecado me distancia de Él, entiendo el valor de reconocer mis errores y busco comunión, cercanía con Dios. Pido perdón. Esto debe ser hecho explícitamente. Algunos dicen “–Bueno Dios sabe que estoy arrepentido porque conoce mi corazón, no hace falta el pedido de perdón”. Es un error pensar así. Habla de dependencia y confianza con Jesús, el reconocer mis faltas y pedir perdón.

Necesito perdonarme. Un paso importante hacia la verdadera libertad se logra en el momento en que aprendemos a perdonarnos a nosotros mismos. Hay personas que pasan años tratando de sepultar y cubrir las heridas emocionales del pasado. Quizá obtengan alguna satisfacción al perdonar a otros, pero cuando se trata de perdonarse a sí mismos, el proceso se torna en algo fatal y tenebroso. El perdón es la base de la vida cristiana. Si hemos de perdonar a otros y seguir adelante en la vida, debemos considerarnos perdonados y amados incondicionalmente por Dios. Derribo el poder diabólico de la culpa, cuando me perdono por lo que he hecho en el pasado y me comprometo a no repetirlo.

Necesito perdonar a otros. El perdón, es el recurso que tenemos para ser libres de la amargura y el rencor. Esas cosas, enferman nuestra alma. No es buena idea, que si fuiste agredido, sigas siendo afectado por conservar esos sentimientos en tu corazón.

El perdón libera nuestras vidas.

Creo firmemente que el perdón es una decisión que tomo y no un sentimiento. Elijo perdonar porque libera, sana y limpia mi corazón. Elijo perdonar, porque he sido perdonado. Elijo perdonar porque así cierro una puerta a Satanás en mi vida.