EN PIE DE GUERRA

En la brecha



Pasaje

Yo he buscado entre ellos a alguien que se interponga entre mi pueblo y yo, y saque la cara por él para que yo no lo destruya. ¡Y no lo hallé! (Ezequiel 22:30)


Oración

Señor Jesucristo, me coloco en la brecha a favor de mi país y pido perdón por caminar lejos de Ti como nación. Perdónanos, extiende Tu misericordia y sálvanos.


Declaración

Hagamos una lista de situaciones que nuestra nación enfrenta como resultados de pecados cometidos en éste suelo.

Desarrollo

Para poder comprender éste pasaje, necesitamos ir unos días para atrás y recordar los conceptos acerca de la relación entre el pecado y la guerra espiritual.

La práctica del pecado, genera una brecha, una herida contra una familia, contra una ciudad o contra una nación.

Es a través de esa herida que el diablo actúa. Esto es así aún contra una familia cristiana, fíjese que el contexto del pasaje, es respecto del pueblo de Dios.

Permítame explicarlo de ésta manera: la cobertura de Gracia de Dios sobre nuestras vidas, se daña a causa del pecado, si pensamos en un paraguas, será claro. Fuera de la cobertura de ese paraguas uno se moja, debajo no. Si el paraguas está con agujeros…

Los dardos de fuego del diablo de los que habla Efesios 6, son ataques, los cuales muchas veces, son tentaciones anta las cuales caemos. Esos “hoyos en nuestra cobertura” permiten que los ataques lleguen. Nos arrepentimos, reconocemos nuestra falta y necesidad y lavados, restaurados por la sangre de Cristo comenzamos la oración de clamor a Dios, la intercesión a favor de lo afectado.

Algunos principios entonces: el intercesor debe identificarse con lo que está debajo del paraguas, sea familia o sea la nación. Al interceder, no hablamos del pecado de ellos, sino de nosotros, que somos parte de esa familia y apellido o llevamos la misma nacionalidad. Otra cosa importante, es que el siguiente paso al reconocimiento de las faltas, es el arrepentimiento y pedido de perdóan, Su sangre es la provisión en este paso. Oraremos luego por restauración, que Dios “sane los hoyos”. La guerra contra aquel que agujereó nuestra cobertura es la siguiente acción.

Todo es porque la nación está herida, el pecado causa consecuencias, Dios espera por alguien del país de pie pidiendo perdón, “dando la cara” para poder extender misericordia y nosotros somos esa gente. La iglesia es la parte de una nación que puede responder al llamado de Dios.