EN PIE DE GUERRA

Satanás y el pecado



Pasaje

Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; 20 idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos. Gálatas 5:19-20


Oración

Señor declaro mi enemistad con el pecado en cualquiera de sus formas.


Declaración

Repase la lista que el apóstol Pablo da y haga una evaluación personal de su lucha

Desarrollo

La guerra espiritual, tiene que ver con el pecado. Si no fuera por el pecado y la posibilidad de pecar, no habría guerra. Es a través del pecado que el diablo busca obtener dominio sobre las vidas.

Debemos tener en claro que el pecado, se cometa solo o en compañía, siempre es una acción personal.

Entre las varias listas, una de las más completas es la de Gálatas 5:19-21. El apóstol enseña allí que hay pecados morales, sociales y espirituales.

Los pecados morales, son aquellos que afectan “lo moral”.

El adulterio: Es simular o imitar algo puro y tiene que ver con alterar el estado de algo.

La fornicación: Tiene un uso variable en la Biblia. Incluye cualquier clase de experiencia sexual fuera del matrimonio (Juan 8:41; Hechos 15:19-20)

La inmundicia: La impureza sexual de cualquier tipo. Romanos capítulo 1 enseña a no caer en la homosexualidad. El incesto. Cualquier forma de abuso sexual personal. La pornografía. Violencia sexual de cualquier tipo.

La lascivia: La idea es fallar en controlar la conducta moral, fracasas en dominar su vida sexual en pensamiento o conducta.

Antes de cerrar este punto, diremos que en este tiempo, éstas áreas, son puntos predilectos de ataque y lamentablemente es común entre la gente con problemas espirituales, encontrar que la raíz esta en este tipo de pecados. El grado de dominio puede variar en función de la práctica del pecado.

Aquí se ve muy claro la importancia de la Santidad.

Los Pecados Espirituales. Podemos ver dos:

La idolatría: Uso de ídolos, imágenes u objetos sagrados como objetos de culto, adoración, o símbolos de poderes espirituales ya sean dioses o espíritus (1º Corintios 10:19-22)

La práctica de poner cualquier objeto, persona o cosa como centro de nuestra vida y conducta, de modo que ocupe el lugar que solo DIOS debe ocupar (Lucas 14:25-33). El catecismo católico lo explica muy bien en el artículo 2113. Este deseo surge del anhelo sutil de la carne de elegir al dios que más le guste para que le sirva en lugar de rendirse al único DIOS soberano.

La hechicería o brujería: Cualquier clase de adivinación, encantamiento, consultar

a agoreros o sortilegios. Es el pecado de la carne que demanda saber el futuro y aún cambiarlo para acomodarlo a los deseos egoístas de uno, intentando ser como dios.