Pasaje

Así que el ángel me dijo: Ésta es la palabra del Señor para Zorobabel: No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu, dice el Señor Todopoderoso. Zacarías 4:6

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Oración

Me rindo a Ti una vez más y busco Tu rostro. Obra Señor más allá de mis fuerzas y capacidades. Tú no tienes límites, eres el Señor.

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Declaración

Analiza en cuantas cosas en tu vida, debes crecer en la dependencia de Dios.

Desarrollo

Antes de meternos en lo días finales de éste ciclo, debemos marcar una clave que mencionamos al comienzo de todo éste mes de oración.

La estrategia es importante. Esforzarnos en la intercesión es clave. Tener discernimiento. Constancia a la hora de batallar.

Todo aquello es sumamente importante. Nada reemplazará ni superará lo esencial: la obra del Espíritu de Dios.

El pasaje que hemos escogido para hoy, nos recuerda éste principio de manera muy enfática.

Valoramos cada escrito y cada enseñanza acerca de la Palabra de Dios y orar sin cesar como enseña el apóstol no puede faltar, pero no debemos olvidarnos que Jesús debe estar al frente de toda la acción, ni por un segundo podemos reemplazarlo. ¡Es tan fácil hacer las cosas en nuestras fuerzas y pensar que son el fruto de nuestras habilidades o inteligencia!

En éste tema que hemos estado abordando, es lo mismo. Es muy común ver gente que ha reemplazado la frescura de la guía de Dios, por métodos u oraciones repetitivas. A la hora de hacer un acto espiritual, debe hacerse de forma espiritual. Dios no se mueve porque clavé una estaca o porque caminé más o menso metros. Se mueve en una dimensión llamada fe.

Oramos al Espíritu Santo, el cual nos guía a toda verdad y Él nos revelará lo que sucede y además nos dará una estrategia. Resta cumplirla y ese es nuestro gran aporte, porque los resultados no tienen que ver con nuestras habilidades, sino con la manifestación de Su Poder.

Una batalla se gana por la asociación maravillosa del Dios de todo Poder, con gente común, pero que ama a Dios y aman la gente que tiene cerca.