CASA DE PAZ

“Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre...

Día: 12 - Semana: 2 - Autor: Pr. Bernado Afranchino

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Pasaje

“Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”. (Efesios 5:31).


Desarrollo

¿Cuántas veces hemos escuchado la expresión “cortar el cordón umbilical”? No se trata solo del hecho biológico que sucede al nacer un bebé, cuando el obstetra corta el conducto por el que se alimentó durante los nueve meses de gestación. Ese corte significa que el niño ya pasó a otro nivel, ya no tiene que estar ligado corporalmente a la mamá. Más tarde, luego de unos meses de nutrirse con la leche materna, vuelve a superar otra etapa, para pasar al biberón, luego al vaso, y así sucesivamente hasta lograr la independencia para cada una de sus acciones.

Pero esa independencia tan anhelada por lo niños, esas ansias de querer ser grande, irse de casa y hacer de la vida una aventura, parece estancarse a la hora de tomar la decisión de casarse y hacer su propio hogar.

Razones para quedarse “en casa de mamá” sobran. Y en tiempos como estos, donde la economía juega un papel preponderante a la hora de formar una familia, es más fácil pensar en ocupar esa pieza que sobra en la casa en lugar de gastar en un alquiler o intentar sacar un crédito para comprar una casa propia.

Pero las buenas razones sucumben ante la categórica orden de “dejar” a papá y a mamá. Por experiencia personal sé que los argumentos humanos, por más bienintencionados que sean, si no se ajustan a los parámetros bíblicos, fracasan. Cuando decidimos, como familia, hacer el corte definitivo, fue traumático y hasta doloroso en algún punto, pero sentimos que fue el comienzo de una nueva vida, un nuevo ciclo, un trayecto que deberíamos recorrer como la nueva familia que éramos. Las condiciones eran aún más adversas que al principio, pero la fidelidad de Dios es tan grande que hasta el día de hoy no nos da margen para que nos vanagloriemos pensando que hemos conseguido algo por nuestro propio esfuerzo. Fue solo cuestión de obediencia, y de haber entendido que si seguimos la ruta de su plan para con nuestra familia, él se encarga de patrocinarnos.