CASA DE PAZ

Someteos unos a otros en el temor de Dios

Día: 2 - Semana: 1 - Autor: Pr. Bernado Afranchino

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Pasaje

“Someteos unos a otros en el temor de Dios”. (Efesios 5:21).


Desarrollo

Si no hubiera sido por la intervención de Dios, hoy estaría separada. La violencia, golpes, insultos, mentiras y desconfianza se habían instalado en mi casa, en mi familia y, lo peor de todo, se estaba apoderando de mi vida. ¿Cómo iba a sujetarme a una persona así? En esos momentos lo único que pensaba era en mi hijo y en mí. Quería salir, correr, escaparme de semejante infierno. Y Él llegó justo a tiempo. La persona que me rescató: Jesús.

A pesar de que mi esposo empezó y terminó el tratamiento de drogadependiente, yo seguía siendo infeliz. No podía perdonar, menos aún sujetarme. Después de un año de muchas lágrimas de entregarle todo a Dios volvía a casa con el mismo problema como si no se lo hubiera entregado. Cuando no daba más conmigo misma decidí entregarle todo a Dios. Fue entonces que empezamos a ver los cambios en mí y en mi familia, pero tampoco podía sujetarme aún sabiendo que era lo que a Dios le agradaba.

Un verano fuimos a un campamento de matrimonios a Bariloche, pero ni sospechaba los planes que Dios tenía para conmigo. Escalamos una de las montañas, llegamos a la cima y cuando era el regreso el guía bajó con el grupo sin darse cuenta que nosotros tres estábamos arriba mirando planear un ave. La bajada era muy complicada y yo le dije a mi esposo que iría adelante y él se quede con nuestro hijo. Hasta que en un momento no sabía donde pisar: me había perdido. Dios me mostró que no podía tener el control de todo. Fue en ese momento que me tuve que correr, y él, mi esposo, tomó su lugar, de cabeza, sacerdote y guía.

Dios trabaja con todos de diferentes maneras, no esperes que te lleve a la montaña. Empezá hoy… Marcela Maidana