3° Juan



Pasaje

“Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos” (1:5)


Oración

El apóstol Pablo, dijo que somos cartas vivientes en las cuales la gente lee. Señor te pido que se me note lo que creo, a causa de los que hago.


Declaración

Tanto en segunda como en tercera de Juan quien escribe se identifica como “el anciano”, sugiriendo que él era mayor que otros cristianos y que su conocimiento personal de la fe era más antiguo que el de ellos. Es Juan el apóstol en el final de la carrera, el autor.
En torno al “amado Gayo” se conoce únicamente el cálido tributo que le brinda Juan en la dedicatoria de esta carta. El nombre Gayo era común en el mundo romano, y el Nuevo Testamento menciona a personas con ese nombre en Corinto (Ro 16:23; 1 Co 1:14), en Macedonia (Hch 19:29) y en Derbe (Hch 20:4).

Desarrollo

En esta carta se habla de los genuinos maestros de la verdad que recorrían las iglesias. En la carta anterior, Juan prohibió ofrecer hospitalidad a los falsos maestros; aquí, por el contrario, los alienta a la fraternidad. No obstante, Diótrefes, un líder importante en una de las iglesias, se oponía a la autoridad de Juan. Además, rehusaba la hospitalidad a los misioneros que por allí pasaban, y prohibía a otros que los atendieran, excomulgándolos cuando lo hacían. Juan escribió para alentar a Gayo por su generosidad y para rechazar a Diótrefes por su falta de caridad.

Para llevar a cabo su propósito, Juan describe la actitud de tres personas. La primera es Gayo, quien ha demostrado su fe cristiana con su generosa hospitalidad, aun hacia los extranjeros. El segundo es Diótrefes, cuyo orgullo egoísta estaba perturbando la armonía de la comunidad. El tercero es Demetrio, cuya vida era ejemplo de fidelidad cristiana y un modelo para ser imitado. Esas tres personas eran portadoras de los testimonios positivos y negativos en torno a las relaciones entre cristianos.

Reflexión

Para Gayo la hospitalidad era un hábito, y se conocía ampliamente su reputación de amigable y generoso, sobre todo mostrada a los maestros y misioneros (v. 5). Para agradecerle por su estilo de vida cristiana, y para animarlo en su fe, Juan le escribió esta nota personal.

El formato de Juan en esta epístola gira alrededor de tres hombres: Gayo, el ejemplo de uno que sigue a Cristo y ama a otros (vv. 1–8); Diótrefes, uno que se proclama pastor de iglesia pero no refleja los valores de Dios (vv. 9–11); y Demetrio, que también sigue la verdad (v. 12). Juan anima a Gayo a que siga practicando la hospitalidad, que se adhiera a la verdad y que haga lo que es correcto.

Aunque esta es una carta personal, podemos aplicar sus lecciones a nuestra vida. Al leer 3 Juan, ¿con cuál de estos hombres se identifica usted? ¿Es como Gayo, alguien que da con generosidad a los demás? ¿O como Demetrio, que ama la verdad? ¿O como Diótrefes, que solo se interesa en sí mismo y en sus asuntos? Decida reflejar los valores de Cristo en sus relaciones, dando hospitalidad e influyendo en los demás con amor.