Ester



Pasaje

“Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrán de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” (4:14).


Oración

Ayúdame Espíritu Santo a cumplir aquello para lo cual me has llamado.


Declaración

El libro de Ester, busca demostrar la soberanía de Dios y su cuidado amoroso hacia su pueblo. Posiblemente Mardoqueo fue el autor (9:29). Algunos han sugerido a Esdras o a Nehemías debido a la similitud que existe en el estilo de escritura y fue escrito aproximadamente el 470 a.C. (Ester fue reina en el 479). Aunque Ester sigue a Nehemías en la Biblia, sus hechos suceden aproximadamente treinta años antes de aquellos narrados en Nehemías. La historia se ubica en el imperio persa, y la mayor parte de la acción se desarrolla en el palacio del rey en Susa, la capital.

Desarrollo

El libro de Ester es una vívida narración que relata cómo el pueblo de Dios fue preservado de la catástrofe en el siglo V a.C. Toma su nombre de la bella judía huérfana (protagonista de la historia) que se convirtió en la esposa oficial del rey persa Asuero. Generalmente se considera que éste fue el monarca Jerjes I, quien sucedió a Darío I en el 485 a.C. y gobernó durante veinte años sobre 127 provincias, desde la India hasta Etiopía. Asuero vivió en Susa, la capital de Persia. En este tiempo, cierto número de judíos se encontraba aún en Babilonia, pese a que habían sido declarados libres para regresar a Jerusalén (Esd 1) hacía más de cincuenta años. La historia se desarrolla durante un período de cuatro años, que se inicia en el año tercero del reinado de Jerjes. Reflexión Uno de los objetivos principales del libro de Ester es ofrecernos, a través de las vidas de Ester y Mardoqueo, un ejemplo clásico de cohesión y solidaridad. Su mutua relación ilustra de forma vívida la unidad que Jesús pidió. El éxito de su misión individual, así como su propia supervivencia, dependían enteramente de que se mantuvieran unidos. Ester también muestra cómo Dios destruye a quienes tratan de hacer daño a su pueblo. Todo esto nos recuerda que el Señor nos defenderá de Satanás y que su propósito soberano prevalecerá. Por último, tanto Ester como Mardoqueo temían a Dios, no a las personas. Independientemente de las consecuencias, tanto Ester como Mardoqueo rehusaron rendir homenaje a Amán. Ester arriesgó su vida por amor a su pueblo acercándose al rey sin haber sido llamada. Su misión fue siempre salvar a aquellos que el enemigo pretendía destruir . Como resultado, condujeron la nación hacia la libertad, fueron honrados por el rey y se les otorgó mayor autoridad, privilegios y responsabilidades oficiales. Cumplir el propósito de Dios para nuestra vida, siempre traerá recompensas.