Zacarías



Pasaje

“Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra” (9:9).


Oración

Gracias Señor por el privilegio de ser incluido en la tarea, úsame con poder.


Declaración

Zacarías (“de quien Jehová tiene memoria”), fue uno de los profetas post-exílicos y contemporáneo de Hageo. Como éste, recibió el llamado a alentar a los judíos para que completaran la tarea de reconstruir el templo (véase Esd 6.14). Como hijo de Berequías y nieto de Iddo, descendía de una de las familias sacerdotales de la tribu de Leví. Estamos en presencia de uno de los profetas más mesiánicos de Antiguo Testamento, que ofrece verificables referencias sobre la venida del Mesías. El ministerio profético de Zacarías comenzó en el 520 a.C., dos meses después que Hageo había completado el suyo. La visión de los primeros capítulos la recibió el profeta aparentemente cuando aún era un joven (2:4). La referencia a Grecia en 9:13 parece indicar que los capítulos 9–14 se escribieron después del 480 a.C., cuando esta nación reemplazó a Persia como potencia mundial.

Desarrollo

Como uno de los tres profetas posteriores al cautiverio (los otros son Hageo y Malaquías), Zacarías sirvió al pequeño remanente de judíos que regresó a Judá a reconstruir el templo y la nación. Al igual que Hageo, alentó al pueblo a terminar la reconstrucción, pero su mensaje traspasó los límites de las murallas físicas y los temas de su tiempo. Con espectacular simbolismo apocalíptico y detalles gráficos, Zacarías habló del Mesías, el que Dios enviaría a rescatar a su pueblo y a reinar sobre toda la tierra. Zacarías es uno de los cuatro libros proféticos más importantes, brindando detalladas referencias mesiánicas que se cumplieron fielmente en la vida de Jesucristo. Anunció que la reconstrucción del templo era solo el primer acto del drama final y la llegada de la era mesiánica. Zacarías predicó un mensaje conmovedor de esperanza para los ex cautivos y los que aún estaban en el cautiverio: ¡El Rey viene! Reflexión A veces se hace referencia a Zacarías como el más mesiánico de todos los libros del Antiguo Testamento. Los capítulos 9–14 son los pasajes de los profetas más citados en las narraciones de la pasión que aparecen en los Evangelios. En Apocalipsis, Zacarías es el más citado de los profetas, excepto, Ezequiel. Zacarías profetiza que el Mesías vendrá como siervo, como el renuevo del Señor (3:8; 6:12); como sacerdote y rey (6:13), y como el buen pastor (11:4). Habla de la traición de que Cristo fue objeto por treinta monedas de plata (11:12), de su crucifixión (12:10), sus sufrimientos (13:7); y su Segunda Venida (14:4). Zacarías reta a sus contemporáneos y a nosotros a completar la tarea que Dios nos ha encomendado. De igual forma que aquellos, la construcción del Reino de Dios es la gran tarea a la que hemos sido llamados y todos tenemos un lugar en ella. La dependencia del Espíritu de Dios, omo en la figura de los olivos, será la clave.